lunes, 2 de julio de 2012

Una filosofía realista


Leonardo Polo
Leonardo Polo Barrena (1 de febrero de 1926, Madrid, España) es un filósofo español.
El límite mental y su abandono.
 Cuando conocemos objetivamente convertimos el ser en objeto y lo desrealizamos es decir reducimos la belleza del ente real a una entelequia. Pero si podemos caer en la cuenta de este límite mental es porque podemos abandonarlo. El abandono del límite mental o de esta reducción que cometemos posibilita el conocimiento del ser y hace viable la metafísica. La realidad no está en los pensamientos, sino más allá de los pensamientos. Leonado Polo afirma “el yo pensado no piensa” quiere expresar que hay más ser que pensamientos, por lo que es posible pensar de otra forma que vaya más allá.
Lo importante del pensar no es lo que pienso sino que verdaderamente estoy pensando es por eso que el pensar es un acto o perfección del hombre. En Aristóteles, la noción de acto tiene dos niveles: como entelékhria y como enérgia. A estos dos, Tomás de Aquino añade el actus essendi o acto de ser y Polo añade un cuarto: el conocer habitual.
Hay más realidad en ti que en tus pensamientos; mediante el pensar habitual, que es una forma de ver la realidad, establecemos la distinción entre esencia y acto de ser, y pensamos el acto de ser, estamos abandonando el límite mental estableciendo un conocimiento habitual del ser como principio por el cual vemos la realidad. Pensamiento habitual no significa que sea potencial, sino que es actualidad eminente, mayor que la llevada a cabo en la objetivación de los conceptos.  
El abandono del límite mental hace accesible el ser. Tras el acceso al ser, se puede alcanzar lo que es además de la conciencia y de las operaciones es decir, la existencia humana el ser personal que no solo existe, sino que co-existe y la esencia humana, la esencia de la persona.
La antropología poliana se apoya en dos pilares: la libertad y el don.
La libertad constituye el núcleo de la persona que se manifiesta como la imposibilidad de un pensamiento y una voluntad nunca llenos, insaturables. De ese núcleo de la persona, que es libertad, brota lo inédito como revelación e su intimidad: el don, la capacidad de otorgar. Entonces la persona se manifiesta como ser donal, capaz de dar sin perder, de adquirir dando. Pero la persona puede ser don porque en su intimidad hace referencia a una Persona Infinita de quien se origina y a quien se destina.

Conclusión
El existente humano no es un ente, sino un ser personal; no le conviene la noción de sustancia, ni la de ente; por ello la metafísica puede completarse con una antropología trascendental capaz de ampliar los trascendentales con la libertad, la persona, el don y el además o co-existencia. El pensamiento de Polo se nos presenta así como un personalismo cabal.

Bibliografía: Historia de la filosofía IV Filosofía Contemporánea. Mariano Fazio, Francisco Labastida. Colección Albatros. Editorial Palabra.